La estrecha relación entre el sistema inmunitario y lo que comemos a diario
¿Sabías que la eficacia de nuestro sistema inmunitario depende directamente de una microbiota equilibrada y del estado de nuestra mucosa digestiva?
Es por eso que resulta vital aprender a relacionarnos con la comida de forma sana, de manera que podamos mantener una alimentación variada y equilibrada en el tiempo.
El sistema inmunitario es nuestra defensa natural.
Las células inmunitarias son originadas en su mayor parte en el intestino, gracias a la eficacia de nuestra microbiota intestinal.
Y de aquí se deduce la importancia de mantener nuestra microbiota en eubiosis (equilibrio).
Una microbiota en equilibrio, podrá producir las células inmunitarias que el organismo precisa, y estas podrán responder de forma adecuada cuando sean solicitadas por nosotros.
La efectividad de nuestra respuesta inmunitaria, depende directamente del estado de nuestra microbiota.
En un artículo anterior, te he hablado más extensamente de la microbiota (pincha aquí para leerlo).
Por eso no quiero extenderme mucho aquí sobre ese tema.
Pero lo que sí te voy a dejar, es un breve resumen, para que entiendas mejor por qué es tan importante para el mantenimiento y/o la consecución de nuestra salud.
La microbiota es un pequeño ecosistema de millones de microorganismos que en condiciones normales, conviven con nosotros en simbiosis.
Estos microorganismos se encargan de regular muchas de las funciones vitales de nuestro organismo.
De entre todas esas funciones, para el artículo de hoy, puedo decirte que la microbiota intestinal es la encargada de entrenar y modular nuestro sistema inmunitario.
Promueve la inmunidad innata y adquirida y combate la infección por agentes patógenos.
Además, es parte responsable y activa de la capacidad desintoxicante del organismo y mantiene la homeostasis (equilibrio interno) del cuerpo.
Si las concentraciones de estos microorganismos se encuentran en equilibrio, realizan sus funciones de forma óptima.
El problema aparece cuando las concentraciones de estos microorganismos se ven alteradas, ya que sus funciones también se alteran.
La microbiota intestinal es la principal reguladora de nuestro sistema inmunitario.
Es decir, se encarga de entrenar nuestras defensas, potenciando nuestra capacidad desintoxicante, nutriéndonos y manteniendo la homeostasis interna.
¿Entiendes ahora la importancia vital de mantener sanos a nuestros intestinos?
Lo que comes, impacta directamente en tus defensas
La alimentación tiene el poder de incidir directamente en el equilibrio de nuestra microbiota.
No es el único factor determinante, pero sí es uno de los más importantes.
Además de la alimentación, nuestra microbiota puede verse afectada por diversos factores como:
Estrés.
Antibióticos.
Alcohol.
Drogas.
Falta de descanso.
Vida sedentaria.
Poco contacto con el sol y la naturaleza, entre muchos otros.
Entre los problemas de salud que se generan en nuestro organismo al tener una microbiota desequilibrada (en disbiosis o disbiótica), se encuentran:
Molestias digestivas: diarrea, hinchazón, estreñimiento, gases, malabsorción de nutrientes, deficiencias nutricionales (B12, Fe…), diverticulitis, colon irritable, etc.
Problemas para regular el peso.
Sobrepeso / obesidad.
Alergias.
Inflamación articular.
Dolor muscular.
Trastornos cutáneos: eczema, acné, prurito.
Cefaleas - migrañas.
Fatigas crónicas.
Dificultad para conciliar el sueño.
Irritabilidad.
Depresión.
Problemas de atención.
…
Es vital mantener nuestros intestinos sanos.
Por eso creo que un buen programa de salud siempre debería comenzar por un plan que permita regenerar tu mucosa digestiva y recuperar el equilibrio de tu microbiota intestinal.
Con una buena alimentación se crean las condiciones adecuadas para que nuestra microbiota mantenga su equilibrio y nuestros intestinos funcionen correctamente.
Acercarnos a una alimentación lo más natural y variada posible, de baja carga digestiva y alto valor nutricional, permitirá que nuestros microbios se mantengan en el equilibrio óptimo y puedan realizar todas sus funciones vitales.
Y esto repercutirá directamente en la capacidad de respuesta y efectividad de nuestro sistema inmunitario.
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