“...un día sin sonrisa, es un día perdido...”
… eso decía Charles Chaplin, y no se equivocaba: una sonrisa tiene el poder de transformar la mente.
Cuando estamos tristes, nuestro cerebro manda la orden a todo el organismo de que no es momento de sonreír, justamente, para perpetuar ese estado en el que nos encontramos.
Pero si nosotros, aún a pesar de no estar contentos como nos gustaría, integramos el hábito de sonreír, cuando el cerebro envíe la orden de “estar tristes”, se encontrará con una barrera física en nuestro rostro, debido a que hemos dibujado esa sonrisa en nuestra cara.
Esta barrera obligará al cerebro a responder ante un nuevo estado de ánimo.
Si repetimos esta barrera física en forma de sonrisa cada día, obligaremos a nuestro cerebro a crear conexiones neuronales nuevas que respondan a este nuevo paradigma.
Lo que empieza siendo una sonrisa un poco fingida, termina convirtiéndose en nuestra nueva realidad.
El cuerpo entero respira sonrisas y lo transmite a través de todos sus poros.
De a poco, la tristeza y las situaciones que “nos quitan la sonrisa”, comenzamos a gestionarlas de una forma más productiva y pro-activa en nuestro día a día.
Esto es así porque aprendemos a sonreír “aún a pesar de” aquello que nos pasa o nos ha pasado.
La sonrisa es tu mejor inversión, ya que una actitud positiva hoy, tiene el poder de cambiar tu mañana
Si practicas la sonrisa a diario, y haces de ella un hábito, aunque sea tímida o incluso fingida al principio, tiene el poder de contagiar pasiones, virtudes y buena predisposición ante la vida.
No olvides que la vida está en constante cambio y que después de la tormenta siempre llega la calma.
Dicen que los grandes cambios, solo pueden tener lugar si son precedidos por una gran sacudida.
Tu sonrisa moldeará tu futuro
Los lugares del cuerpo donde tenemos más receptores que permiten la comunicación con el mundo exterior, son la cara y las manos.
El cerebro está constantemente queriendo averiguar qué expresa tu cara.
La sonrisa tiene la capacidad de producir un impacto muy profundo en la parte prefrontal izquierda del cerebro, que está especialmente vinculada a la percepción y expresión de emociones, así como a la capacidad de motivación y el desarrollo de la creatividad.
Procura sonreír al menos una vez al día, aunque las circunstancias no acompañen y especialmente ante las situaciones o personas que no te agradan.
Tu sonrisa generará una transformación en cómo el cerebro entiende ese mensaje y entonces te irá guiando para actuar en consecuencia.
Comenzar por pequeñas acciones, te llevará a un camino de grandes resultados.
Una sonrisa hoy, te traerá una realidad llena de felicidad mañana.
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