La vulnerabilidad te permite vivir experiencias significativas
“La vulnerabilidad es la gran apuesta de la vida”, Brené Brown.
Esta semana, me apetecía hablar sobre la vulnerabilidad.
Creo que en general está mal entendida, y por eso te voy a contar qué es en realidad y algunos mitos que hay a su alrededor.
Estos mitos son los que no nos permiten conectar con nuestra esencia, nos impiden mostrarnos tal cual somos.
Es decir, nos impiden mostrarnos vulnerables.
Antes que nada, debes saber que mostrarte vulnerable es la única manera de vivir experiencias significativas de verdad.
La vulnerabilidad es sinónimo de genuinidad, de mostrarme: mostrar mis necesidades, mis miedos y mis límites.
Es decir, de brindarnos al 100% y dar lo mejor de nosotros mismos en cada momento.
Algunos beneficios de la vulnerabilidad que no debes perder de vista, son:
Nos permite establecer nuestros propios límites.
Permite que nos vean tal y como somos, con nuestros miedos, necesidades, sentimientos.
Nos ayuda a estar en la incertidumbre, a soltar el control y a brindarnos de forma sincera, a implicarnos.
Implica tomar riesgos, atreverse.
Nos invita a vivir en la incomodidad, a salir de nuestra zona de confort.
Nos permite estar alineados/as con nuestra verdad. Esto implica que si te muestras y te rechazan, también puedes sentir dolor.
Implica sentirte merecedor/a. Te muestras al mundo tal y como eres, y te sientes merecedor/a de todo lo que la vida tiene para ti.
Si no nos permitimos mostrarnos vulnerables, no podremos aceptar nuestros sentimientos pero tampoco rechazarlos.
Y entonces, no podremos adoptar una postura genuina ante la vida.
Como seres humanos, estamos diseñados (incluso biológicamente) para estar en contacto o conectados con otras personas.
Es decir, estamos diseñados biológicamente para estar en conexión y contacto con las personas y nuestro entorno.
Sentir que estamos desconectados, nos hace sufrir.
La vulnerabilidad es la esencia de todas las experiencias humanas significativas.
Está presente en todas nuestras relaciones (pareja, trabajo, amigos, hijos…) pero también está presente incluso cuando redactamos una tesis o cuando perseguimos nuestro proyecto de vida.
Cuando te permites una actitud genuina, vulnerable, puedes conectar con otras personas en profundidad, estableciendo una relación auténtica.
La vulnerabilidad es el motivo por el cual te aman, no a pesar de ello.
Une y conecta a las personas. Recuerda que en condiciones normales, no es posible vivir en la individualidad.
La esencia de la conexión humana, es estar juntos: si estamos juntos, vamos más lejos, nos nutrimos mejor, nos apoyamos, nos complementamos, somos equipo.
Como seres humanos, tenemos la necesidad de dar y recibir.
Algunos mitos sobre la vulnerabilidad, que te impiden mostrarte de forma genuina
1) “La vulnerabilidad es debilidad”
Vulnerabilidad, significa que puedes ser herido. Y, por el contrario, debilidad significa que no puedes resistir una herida.
¿Entiendes la diferencia?
La clave está en la resiliencia, en tu capacidad de reponerte.
2) “Yo no soy vulnerable, soy un adulto racional e inteligente”.
Frases de este estilo, en realidad es lo que más vulnerable nos deja.
La incertidumbre es la única manera de vivir una vida emocionante (literalmente: vivir todas las emociones).
Cuando intentas controlar los estados de vulnerabilidad, acabas teniendo comportamientos o actitudes que se alejan de lo que tú quieres ser verdaderamente y de quien en realidad eres.
Además, corres el riesgo de dañar a otras personas y a ti mismo/a.
3) “Ser vulnerable es contarle indiscriminadamente a todo el mundo cómo soy y también mis mayores miedos”
Un comportamiento así en realidad es una defensa.
La vulnerabilidad se basa en la reciprocidad.
A veces, en un afán por consolidar una relación antes de tiempo, cometemos “sincericidios”.
Y otras veces, por el contrario, no nos permitimos esperar los tiempos reales que necesita cada relación, y nos retiramos muy pronto.
Yo doy, tú sostienes; tú das, yo sostengo… Es así cómo se van construyendo las relaciones.
Es necesario sostener esa reciprocidad que se va construyendo con el tiempo.
La vulnerabilidad es respetuosa y recíproca. Genera conexión, confianza y compromiso.
4) Individualismo: “prefiero ir por mi cuenta, estoy mejor solo”
El individualismo es valorado en la sociedad actual como un signo de fortaleza.
¡Pero! El verdadero signo de fortaleza es mostrarse vulnerable.
Es sano un determinado grado de autonomía, pero no lo es ir siempre por mi cuenta.
Una vida individualista no es real.
Nuestra identidad se desarrolla, se forma y se expresa en referencia a otras personas.
Las personas reciben nuestras muestras de vulnerabilidad como un acto de valentía, que genera conexión y respeto.
¿Conocías todo esto sobre la vulnerabilidad?
¿Tú qué piensas? ¿Te permites ser vulnerable?
¡Cuéntamelo! ¡Me encantará leerte!
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