Pierde el miedo a las frutas
Nos enseñan a tenerle miedo al azúcar de las frutas, como si fuera igual que el azúcar blanco refinado y añadido…
Pero ¿Es realmente así? ¡¡Te acompaño a descubrirlo!!
“El plátano por la noche engorda”, “si tienes diabetes no puedes comer fruta”, “la fruta tiene mucho azúcar…”
¿Te suena?
Hoy te traigo un mensaje muy sencillo y muy potente a la vez:
¡¡Piérdele el miedo a las frutas!!
No es verdad que nuestro cuerpo no pueda metabolizar de forma óptima el azúcar proveniente de las frutas.
Como tampoco es verdad que el azúcar de las frutas sea igual que el azúcar blanco refinado y añadido.
"Demonizamos" los alimentos más naturales y mejor adaptados a nuestra fisiología.
Y esto hace que nos perdemos de obtener todos sus beneficios.
¿Y qué pasa con los químicos, aditivos, conservantes, vacunas, hormonas, pesticidas y fertilizantes que se utilizan en la industria alimentaria?
¿A eso no hay que tenerle miedo?
Con este artículo quiero hacerte una invitación importante: deja de temerle a las frutas y vuelve a integrarlas en tu alimentación diaria.
El azúcar de las frutas, es un azúcar que nuestro páncreas sí puede metabolizar.
No genera esfuerzo ni fatiga a nuestros órganos digestivos.
Y tampoco un pico de azúcar en sangre, ya que cuando comemos la fruta entera, este azúcar viene acompañado de
Energía
Vitalidad
Vitaminas
Minerales
Hidratos de carbono
Aminoácidos
Ácidos grasos
Oligoelementos
Enzimas
Agua
Fibra...
Como puedes ver, las frutas nos aportan todos los nutrientes que necesitamos de la forma en que nuestro cuerpo puede aprovecharlos mejor.
Los colores de las frutas nos hablan de su riqueza nutricional: cada color refleja fitonutrientes, propiedades y beneficios específicos.
Es muy importante que incluyas una variedad de colores en tu alimentación diaria, para potenciar tu calidad de vida.
Una manera muy sencilla de hacerlo, es a través de integrar un porcentaje mayoritario de frutas y verduras en tu día a día.
En cambio, el azúcar blanco, refinado y añadido, es muy pobre nutricionalmente.
No trae consigo ningún nutriente y eso hace que nuestro aparato digestivo se vea sometido a una fatiga y un sobreesfuerzo constante para poder metabolizarlo.
Por último, recuerda: cualquier hora del día es buena para comer frutas.
¡Yo no existo si no tengo manzanas!
¿Qué fruta te encanta a ti?
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